" Natillas con Sorpresa"

Esta receta se la debo a mi buena amiga Noelia. Un día nos invitó a casa a merendar y nos puso un fabuloso flan que nos encantó a mi familia y a mí. No dudé en hacerlo pronto en casa, pero quise darle otro toque. Me encantan las natillas, tan suaves, ligeras y fresquitas, un postre fundamental en nuestras neveras. Tengo en mi recuerdo las natillas que me hacía mi madre, con su galletita maría y su canela.
Por eso decidí adaptar la receta del flan a natilla, y ha quedado tal y como veis.
Es muy fácil, se tarda muy pocos minutos, y tendremos un postre muy rico y sano.



Ingredientes:

- 1 sobre de natillas

- 1 litro de leche

- 1 vaso de zumo de naranja natural

- 6 bollitos de leche

- caramelo líquido

1. En un cazo ponemos a hervir medio litro de leche y desleímos el contenido del sobre. A fuego medio, vamos removiendo con una cucharita de palo (por eso de no arañar el cazo) para que no se formen grumos.
2. Cuando la leche lleve aproximadamente 5 minutos al fuego y sin que llegue a hervir, añadimos el medio litro de leche restante. Seguimos removiendo constantemente durante otros 5 minutos más. Una vez listo reservamos.
3. En una fiambrera alta o el molde que más nos apetezca, echamos el caramelo líquido por todo el fondo y los laterales.
4. Vamos desmenuzando los bollitos de leche y los vamos echando dentro del molde. Cuando estén todos desmenuzados, le añadimos el vaso de zumo de naranja natural y dejamos que los bollitos se empapen bien. Estrujamos un poquito con la cucharita de palo para desmenuzar un poco más los bollitos y que todos queden bien mojaditos.
5. Por último, añadimos la natilla  directamente del cazo y la dejamos enfriar. Cuando ya no esté caliente, la tapamos y metemos en la nevera.
6. Desmoldamos y servimos. Podéis acompañarla con un poco de nata montada.

Desde que aquel día la probamos he hecho tanto el flan como las natillas varias veces en casa, al peque le encanta, por eso quise compartirlo con todo el mundo, y veáis de qué modo tan sencillo y sano, se le puede dar un toque distinto a un postre tan sencillo como unas natillas.

Buen Provecho.